martes, 20 de mayo de 2014

Juegas?

Vivimos en ciudades distintas -o eso dicen- porque yo siento que vives en mí.
Siento que revoloteas a mi alrededor para que siga tu perfume, y entonces me guíes sin saberlo como quien se despista siguiendo una mariposa, hacia tus rincones.
Compartimos tantas palabras, que los diccionarios se sienten huérfanos y a oscuras. Tantos versos, que nos comemos -la una a la otra- devorando poemarios y Lunes.
Esta vez, no es como las otras veces y no apareces en mi buzón.
"Vamos a jugar a un juego" me cuentas, y yo expectante cojo aire y me detengo a escuchar las reglas.

"Esta vez no habrá carta por correo. No estés triste, va a ser mucho más entretenido! Pero sólo si sabemos jugar, sólo si el destino encaja las piezas como yo te he encajado desde hace meses en mis mañanas. En los Sábados en que llueve, en libretas, y en viajes a Nunca Jamás. Pero no quiero desviarme de las bases. Ya hace dos noches que tengo escritas estas líneas para ti -para nosotras- pero no van a viajar por correo. Voy a sentarme en un banco del Retiro, a leer -o más bien a releer- cualquiera de esas joyas de mi mesita y tu vas a tener que encontrarme. Nunca me has visto por fuera, aunque has penetrado como nadie en mis entrañas, así que será divertido saber cómo me imaginas. Cómo sueles dibujarme cuando en tus dedos hay restos de carboncillo y ansias de mi espalda.

Si realmente deseas este escrito como deseo yo verme en tus pupilas y besarte en las gotas de rocío de las mañanas, como te invento esas madrugadas en que si tu cintura se balancea el mundo deja de importarme en absoluto, si es así coge el primer autobús del Domingo hacia Madrid. Pasea por el parque con una sonrisa, te estaré mirando desde cualquier lugar. Busca la chica que lea algo que te haga vibrar, que desprenda un perfume que te evada de los ruidos de esta maravillosa ciudad. Si la encuentras párate a mirarla. En silencio.

Observa sus manos, sus zapatos, si su sonrisa deja huequitos en sus mejillas. Aunque ella no entienda nada, aunque te tome por loca. Mírala, retén esa imagen y acércate despacio. Siéntate cerca y susúrrale al oído un sólo creo en un mañana si despierto contigo.

Si la chica que has elegido soy yo, llenaré tu alma de besos de una tarde. Pasearemos de la mano por las calles de Madrid como si supiéramos hacia dónde ir, como si ya hubiéramos hecho mil veces ese camino. Brindaremos por los bares, haremos el amor a ritmo de un buen blues. Nos fundiremos en una pasión desenfrenada que nos tatúe quienes fuimos y que siempre seremos eternas. Luego podrás coger tu autobús de vuelta a casa, con mi carta en el bolsillo. Y yo te soñaré -impaciente- junto al buzón, esperando tu respuesta.

Si escoges, sin saberlo, otra mirada que no venga de mis ojos, quizá se ría sin entender muy bien que pasa. Quizá amablemente te responda que te confundes de persona, o quizá será valiente y aceptará el reto.
Paseareis de la mano por la calles de Madrid como si supierais hacia dónde ir, como si ya hubierais hecho mil veces ese camino. Brindareis por los bares, haréis el amor a ritmo de un buen blues. Os fundiréis en una pasión desenfrenada que os tatúe quienes fuisteis y que siempre seréis eternas. Luego podrás coger tu autobús de vuelta a casa, sin mi carta en el bolsillo. Y yo te soñaré -impaciente- junto a mi vacío y sin respuesta."


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